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SUEÑO LATINO Colombia presenta la XVII TEMPORADA POR EL MUNDO 2019 |
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APRECIADOS DOCENTES
DE NUESTROS PUEBLOS IBEROAMERICANOS
Durante el primer semestre de 2019, la Fundación para el Desarrollo Sociocultural SUEÑO LATINO realiza su XVII Temporada por el Mundo, con su obra CIEN AÑOS DE CABALLERIAS, la que ha sido montada para ser presentada tanto en teatros, como en Espacios No Convencionales.
La Temporada inicia en el sur colombiano en el mes de Marzo, concluyendo en Bogotá su periplo nacional. Luego visitará varias ciudades en los países de Centroamérica y del cono sur.
Profesores. Escríbanos en cualquier link de esta pagina o a sulatino@yahoo.es, solicitando la visita de nuestros representantes en sus países. Dejen sus datos de contacto, y nuestra Organización les visitará en su centro educativo.
Esta abierta la puerta de la creación. A bajos costos sus estudiantes podrán disfrutar una pieza de Teatro Académico o Didáctico, divertida, versátil y apropiada en terminología y vocabulario, en los mejores teatros de su ciudad, o en las instalaciones de su Institución Educativa.
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NOVELAS. Fragmentos. |
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NOVELAS. Fragmentos
EL ZARIGÜEYA, 1.998
UNO.
Los rostros de los desaparecidos, en fotografías ampliadas, acompañan a la gran multitud. Marchan entre la niebla de la ciudad, esperando que el sol legitime el día. Las manifestaciones, venidas desde los valles y las pampas, rompen la niebla fría del otoño. Entre la multitud, las banderas color oliva con estrellas rojas acompañan los rostros, que estoicos y adustos salen una vez mas, a preguntar por sus parientes. En la plaza central, miles de banderas gritan, aclaman, aplauden.
La orquestación rompe el silencio, recordando el canto. La fotografía antigua del cantor, en una de las pancartas, es levantada entre la multitud, mientras la muchedumbre se levanta en un alarido entre jubilo y nostalgia, entre rabia comprimida y sentimiento de implacable lucha, cuando ve llegar al micrófono a Gerardo, avezado senador independiente, con su camisa oliva y su insólita presencia de sueño y de utopía. La toma es general en la cámara uno. La orquestación alta. El hombre hace palpitar a la multitud y su voz emitida entre cortinas musicales de rock supera el volumen de la música. El movimiento de las banderas, conjugado con tomas hechas en primer plano a los rostros emocionados y pobres, describe una escena elegíaca y emocionante. Gerardo termina su discurso, mientras en la sala de redacción del Diario Oficial, los periodistas guardan silencio, esperando la reacción del Cachetón. Gerardo es un simple lacayo de pueblo, y ahora se ha atrevido a invadir la capital con su discurso barato. El gordo está al teléfono. No-quiero-ver-tomas-de-ese-bastardo-en-el-noticiero-central. La toma es en tercer plano a la multitud que agita las banderas y grita. Segundo plano a Gerardo que se sienta en la tribuna. Primer plano en el micrófono al maestro de ceremonias mientras el foco amplía para verse atrás a los guardaespaldas, preocupados por el retraso del acto. La música persiste entre momentáneas tomas en primer plano y tomas generales de la plaza, mientras Gerardo acaricia a su hijo, cargado en el regazo. La cámara uno acerca a primer plano en zoom a los ojos del niño de cuatro años, abrazado a su padre.
El niño observa la enorme manifestación. En su memoria los gritos se traducen en alaridos de miedo... En la plaza los fuegos pirotécnicos estallan, y el niño se estremece mientras imagina un castillo antiguo en medio del voraz incendio, explotando entre la angustia de la multitud con traje medioeval... Los recuerdos, que no sabe de donde vienen, lo asaltan una vez mas, y ve el frontis del castillo, el Escudo de Armas, las llamas... El pequeño muestra su pánico al padre. “Qué tienes?” – Pregunta – “Ya pronto terminamos y nos iremos al pueblo con tu madre...”. El niño no contesta... Sus recuerdos siguen brotando en su imaginación, entre el miedo y las llamas... El escudo del blasón tiene espadas, estrellas, mediaslunas y leones. Una parte es en aceros, mientras el resto de la estructura se incendia. Las partes de madera del escudo se destruyen y caen, dejando desnudos los elementos de metal, que al desclavarse dejan ver la destrucción total.
El niño aprieta a su padre, intentando olvidar las imágenes que le asaltan desde siempre, mientras Gerardo escucha a los suyos, terminando los discursos, blandiendo sus banderas oliva con estrellas rojas.
La orden ha llegado a todas las cámaras. Los periodistas dejan de grabar y las transmisiones se cortan. Desde las azoteas de los edificios, los agentes desarmados cumplen con su misión de acompañar en silencio la manifestación. En el Diario Oficial el Cachetón funde en un suspiro su odio.
El vestido rojo de la hermosa mujer hace iluminar la tribuna. El niño corre hacia ella emocionado, mientras Gerardo avanza al micrófono. Ella levanta un brazo saludando y la muchedumbre estalla en un emocionante alarido. Vuelve la pólvora, y los rostros de los desaparecidos en las pancartas se agitan. El niño se refugia en los brazos de su madre mientras vuelven sus recuerdos... Ve su rostro fundido en un guerrero medioeval... Una canción entre guitarras eléctricas y baterías desenfrenadas, acompaña los pies con zapatillas que huyen en medio de la lava y el humo de los volcanes... Todo quemándose mientras él huye con tres niños cargados en su robusto cuerpo de guerrero... Los niños gritan de angustia por lo que están mirando a sus espaldas... “no miren hacia atrás” les grita. Pero es demasiado tarde, sus pieles y sus cuerpos empiezan a diluirse entre sus manos. Cuando se detiene, descarga al niño que lleva cargado en sus hombros. Ahora solo son estatuas de sal... El Vesubio sigue bramando a sus espaldas...
La mujer del vestido rojo, sabe que el pequeño está al borde del llanto. “No pienses en esas cosas, nené... nada de eso es real” “todo se llena de candela, mami...”. La mujer acaricia a su pequeño Gerardo. Lo abriga en su pecho intentando que su corazón sea capaz de combatir con sus miedos.
La cámara dos, en filtros amarillos que contrastan con un carruaje obscuro, muestra entre la hoguera a la mujer del vestido rojo... El fuego flamea cercano a su cuerpo, atado a un antiguo madero. Escondido entre el carruaje que se aproxima, está él. Su espada incansable, brilla en el cinto. A cientos de años de distancia, los políticos les siguen los pasos... “Ahora quiere ganar las elecciones con el bonito cuerpo de su mujer”, dice con sorna el Cachetón, en la entrevista, mientras la hermosa mujer deja a su hijo un instante en el sillón y avanza hacia los micrófonos para escuchar a la multitud que se levanta en un júbilo colectivo.
ESTE–LAR DESIERTO, 1992
PARTE I
LA UTOPIA
La calle está fría aún, entre la neblina ácida de la metrópoli. Los rostros se cruzan a velocidad entre las avenidas y las alucinaciones, entre el trabajo eterno y la poética quimera de una modernidad ajena, que les ha hecho perder su humanidad. El pequeño planeador se detiene en la paralela, sobre los edificios, para luego deslizarse suavemente en vertical hasta la tierra, hasta la acera, en los puntos de descenso de pasajeros.
Julián observa mas allá de los cristales mientras la nave desciende lentamente. Parece que por fin ha dejado atrás a los perseguidores, ahora que la niebla fría de la ciudad le acompaña... En unas horas más el calor será extremo y los cuerpos lucharán por soportarlo; sin embargo caminan con abrigos en la madrugada del frío, como lo harán luego en el sofocante medio día. Un resplandor en una esquina de la avenida hace que Julián retroceda y huya escabulléndose por entre las calles, sumergiéndose en los pasillos subterráneos del metro. De pronto de detiene... Nada hay atrás... Tal vez estaban buscándole, o tal vez era una alucinación más; quizá nadie le persigue y tiene que dejar de pensar que en cada esquina hay alguien... Tal vez debería sosegarse, tranquilizarse, quizá no todo es tan extremo como lo imagina... Sin embargo, siente un frío que lo deja atónito, cuando ve al perro robot que se acerca.
Julián detiene su respiración. Debe controlar el miedo para que los sensores no lo capten. La máquina zoomorfa viene hacia él. Respira profundo... Es casi un suspiro hondo como cuando se entiende perdida la batalla. El perro robot se detiene y lo olfatéa, emite un ligero zumbido al percibir su adrenalina y continúa su camino. Entonces una orden se dispara en los parlantes de la estación...
- Solicitud a los pobladores que se encuentran en el perímetro...
El joven siente el temor que recorre su espalda. Sabe que las maquinas, alertadas por los sensores, han detectado su nerviosismo, su adrenalina. Por eso, cuando los ciudadanos en el metro se acercan según la orden de la máquina, para ir colocando su huella dactilar en la pequeña pantalla, Julián intenta simplemente simular la operación, sin contar con la perfección de los sistemas. Cuando observa el destello de las alarmas, intenta huir, pero la maquina le detiene. El gas paralizante actuará durante los primeros noventa segundos, justo el tiempo que demorarán las patrullas en llegar a detenerlo. Su mano, temblorosa y congelada, se hunde con esfuerzo en el émbolo de la pequeña jeringa, empujando hacia el corazón el líquido que Jano le ha preparado. El órgano da un leve estertor, y el impacto paralizante es bloqueado. Entonces corre.
En las pantallas generales del subterráneo nota que todas las puertas han sido cerradas, pero los vagones del metro permanecen aún allí. Su mirada toma la periferia... El único escape posible es la propia carrilera, así que corre entre las líneas de tren. Es entonces cuando una sombra sutil, etérea, invisible que se va tornando negra, se acerca hacia él y lo hace detener... Julián levanta la mirada, y ve en todos los espacios ese algo transparente, invisible, que le hace paralizarse para observar el remolino compuesto por los hombres que le miran desde todas las esquinas. El remolino se va posando en tierra, sobre las carrileras del metro, y lentamente se detiene. Cuando el torbellino desaparece, Julián se encuentra entre los doce monjes...
- Quiénes son Ustedes? - Pregunta entre el aturdimiento y el pánico.
Solo un pesado silencio es la respuesta. Julián, entonces se pone de pies e intenta huir, pero en ese momento una mano del monje se levanta... Julián ve el báculo del monje, y tras él, catástrofes, hecatombes, muertes arremolinadas en su mente... Es como si le acusaran de haber sido culpable... Son fragmentos de un sueño de alguna noche de escalofríos... Batallas multitudinarias que acercan a un apocalipsis lacerando a los hombres, mientras Isaías los llama a abordar los carros de fuego... El Maestro Krout cabalga en un corcel alado entre los espectros gobernados por el dictador... Recuerdos infantiles; momentos de otras vidas y de otras épocas... Son fantasmagorías, pero es él quien está en ellas... Es él quien cabalga sin temores en contra de las espadas; es él quien ve el arco que apunta hacia su corazón, y es él quien entrega al centurión la lanza que se clava sin compasión en el costado, ante el dolor del pueblo que ve caer a su Rey; es él, ahora, sintiendo el dolor que le hace caer de rodillas en medio de las carrileras del tren.
Los pasajeros están atónitos mirando en la estación... Entonces el monje de mayor rango les observa impasible mientras los otros toman a Julián y desaparecen en la bruma. El monje levanta su báculo sagrado mientras observa a la multitud... Su báculo emite un destello y los pasajeros del metro, que han mirado la escena, la olvidan. El tren suena entonces y la estación se queda en silencio. El tren vuelve a emitir las voces electrónicas que anuncian el nombre de la estación central, y la vida continua, cada uno en su afán cotidiano... El Imperio a ganado una vez más.
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TEMPORADA POR EL MUNDO
SANGRE SALITRE
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TEMPORADA 2019 |
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Sueño Latino presenta CIEN AÑOS DE CABALLERIAS en teatros, plazas, Instituciones Educativas y Espacios No Convencionales, en procesos comunitarios que permitan socializar el arte escenico. |
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FUNDADOR |
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RODRIGO MURCIA PEÑA
Dramaturgo, Novelista y Director Teatral colombiano. Desde la Fundación Sociocultural Sueño Latino ha desarrollado propuestas pedagógicas y didácticas que propenden por la evolución humanista, social y política de América Latina.
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CONTACTOS |
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sulatino@yahoo.es
COLOMBIA. 0057 3162996680 |
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POLITICA |
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SUEÑO LATINO es una compañia colombiana de teatro, que desarrolla procesos socioculturales en diferentes puntos de América Latina, a traves de las artes.
Consideramos las artes como herramientas pedagógicas para el crecimiento dialógico de nuestros pueblos, en la búsqueda de generar sociedades igualitarias y humanistas.
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NOTICIA DEL DIA |
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DESDE MARZO 13
INICIA LA ITINERANCIA NACIONAL E INTERNACIONAL DE CIEN AÑOS DE CABALLERÍAS
DIRECCIÓN
RODRIGO MURCIA PEÑA
DRAMATURGIA
Rodrigo Murcia Peña
Alejandra Espitia Quiroga
La fundación SUEÑO LATINO Colombia presenta la QUINCE TEMPORADA POR EL MUNDO 2019, el Espectáculo CIEN AÑOS DE CABALLERÍAS, Un Enredo de Libros.
Actuacion, poética y diversión recrean la historia y creacion de latinoamérica, a traves de los textos literarios mas representativos de Garcia Marquez en Cien Años de Soledad, mixturados con los imaginarios de Cervantes y el Qujijote. Con una colorida escenografía hecha para Teatros y para Espacio No Convencional y con temática transversal con Español y Literatura, esta compañía que ha representado a Colombia en los escenarios de hispanoamérica, regresa en el 2019 llevando el nombre de Colombia por Latinoamérica.
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