NOVELETAS. EL COMODIN Y ESTELAR DESIERTO, RODRIGO MURCIA PEÑA, Año de Terminación 1.992. Sin publicación en formato de libro.

La primera búsqueda de un gran trabajo la realiza Rodrigo Murcia Peña en 1992 a partir de la culminación de los libros El Comodín y Estelar Desierto. El Comodín se inició a escribir en cuadernos de borrador en 1.982 y concatena tanto la primera experiencia dramatúrgica del escritor, como su primera expresión de la sensibilidad social. En primera instancia, El Comodín es una historia simple, cotidiana y circunstancial, que posibilita el escenario para denunciar la pequeñez humana, el quietismo, la indiferencia, y la corteza de sueños de los hombres. En segunda instancia, Estelar Desierto, la primera gran novela del escritor Rodrigo Murcia Peña, basada en la fantástica y la ficción, hace un homenaje a sus hijos Roda y Darín Estrella, los personajes centrales de la saga. Mantiene en su estructura una trilogía, tanto en su forma de presentación como en sus estilos. Cada uno de los tres grandes capítulos de ESTELAR DESIERTO se aventura dentro de un estilo literario distinto. El primero, en versión novelada, el segundo en hilaciones de cuento corto y el tercero dentro del universo de la literatura fantástica.

“... El telón que se corre, y que deja al descubierto nuestra humanidad desierta, nuestra humanidad llena de dudas, asombro y miedo.”

“... De pronto, alguien sonríe, y se va... Otro sale rezando un padre nuestro... Un tercero se levanta de la silla y avanza hacia la primera fila del teatro. Su rostro maquillado y febril, hace suponer que es uno de los actores del reparto. Pero en su cara de empresario se reconoce su desconcierto ante la obra... Entonces desenfunda su arma... Las detonaciones asombran desde la oscuridad...”

Fragmentos de El Comodín.

“Los pasajeros están atónitos mirando en la estación... Entonces el monje de mayor rango les observa impasible mientras los otros toman a Julián y desaparecen en la bruma. El monje levanta su báculo sagrado mientras observa a la multitud... Su báculo emite un destello y los pasajeros del metro, que han mirado la escena, la olvidan. El tren suena entonces y la estación se queda en silencio. El tren vuelve a emitir las voces electrónicas que anuncian el nombre de la estación central, y la vida continua, cada uno en su afán cotidiano... El Imperio ha ganado una vez más.”

“Talvez quisiera decir algo mas, pero no pude. Algo que me permitiera hacer de R.1 mi aliado en ese momento final, en el que no sabía si marchaba hacia la muerte, o si el experimento funcionaría. Sé que también él quiso hacerlo, como si supiera que un vínculo muy vital nos ataba, a pesar de entender que cuando aprobaron la utilización de la uniformicelularidad, habían renunciado a su pasado; a pesar de haber perdido la opción de amarnos en un mundo plagado de insensateces; a pesar de sentirnos tan solos en el cosmos, y tan inclementemente acorralados en el infortunio”.

“Motores. Vacío en el vientre... La largueza del miedo extendiéndose sobre mi espalda... El frío desesperado de los sentidos ante la innegable presencia de algo desconocido. La ternura aferrándose a mis párpados cerrados en la bitácora de vuelo, recordando los momentos con R.1 y D.5... La dulce emoción de saber que aún no estamos muertos... Que sentimos... Que podemos aún llorar, y que todavía la nostalgia nos pertenece...”

Fragmentos de Estelar Desierto. 

Vea mas información en 
TEMPORADA POR EL MUNDO
SANGRE SALITRE
GALERIA DE FOTOS
VIDEOS
CONTRATA TU ESPECTACULO